Crónica de un fracaso anunciado | Triatlón de Estepona

No sabría como empezar esta crónica. Me enfrentaba por segunda vez a un triatlón de distancia Sprint. Ganas tenía y muchas, al fin y al cabo, todavía llevo el cartelito de novato. Y como buen novato, los errores van impregnado en nuestras decisiones. La primera y la más importante fue la de enfrentarme a esta competición sin un entrenamiento previo. Ya dije en el post anterior lo que llevaba parado (desde finales de Mayo) y lo que me ha dado tiempo entrenar en los primeros días de Agosto. Pero bueno, lo importante es aprender de ello, y ya tengo claro que no me tomaré nunca más unas vacaciones con una carrera a la vista, porque después te acuerdas de ello en todo el recorrido.

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Primero vi la salida de los atletas federados, que era a las 9:00 de la mañana. La sorpresa llegó cuando la organización empezó a decir: ''neopreno permitido'' repitiendolo para que todos lo supiesemos. Me fui a ver la salida desde la playa y todos, a excepción de 4-5 llevaban neopreno. Cuando lo dejé todo preparado para mi salida, que era a las 10:15, me fui a la orilla a probar el agua. Y sí, estaba congelada de cojones, y yo sin neopreno. Dolia la pierna cuando la zambullias en el agua. Y eso que más de un entreno que he hecho este verano en mar estaba el agua fría, pero nada que ver con lo que estaba ésta. No sé a cuantos grados estaba, pero me gustaría saberlo.

En el cajón de salida, intenté ponerme lo más centrado y no muy atrás, de hecho, me puse en segunda fila. Tengo una muy mala experiencia del Triatlón de Sevilla, donde de pecar de humilde y salir atrás, me tocaron algunos delante que iban nadando a perrito. No quería que me pasase más eso. Preferí que me adelantasen los que fuesen más rápido que yo, y colocarme en un buen grupo (los cojones). Salí disparado y los primeros metros, donde algunos corren y otros nadan rozando la arena con el pecho fue agobiante. Volaban manotazos, patadas y de todo. Hasta bien pasado la primera boya no me encontré cómodo. Nadando sin patadas en la cara ni manotazos. Eso sí, no encontré ningún grupo para tirar. Intenté meterme en uno pero iban más rápidos que yo, y acabé encabezando un grupo, yo solo en cabeza, donde creía que podía coger al grupo delantero, fracasando mis intenciones. Todo el recorrido en la cabeza, y cuando damos la vuelta a la última boya encarando la orilla, me empiezan a adelantar todos los que tenía detrás.

Sector natación

17:09

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Del agua salí muy aturdido, con la respiración bastante loca. Me costaba respirar. Decidí llegar a la T1 andando, puesto que cuerpo no tenía para hacerlo corriendo. Intenté afrontar el recorrido de ciclismo lo mejor posible, aunque antes de la salida de la carrera, un compañero de club me comentó que había una subida bastante jodida. No califiqué la gravedad de la palabra ''jodida'' hasta que me la encontré de frente. Y pequé de no conocer el recorrido en la primera vuelta. Intenté hacer esa subida con el plato grande, pensando que era corta, pero se hacía bastante largo. Como el circuito eran 4 vueltas, en las siguientes 3, ya sabía perfectamente con qué desarrollo iba a subirla. Mi estrategia (que fui haciendo conforme iba viendo el recorrido) era el primer tramo del recorrido, que era plano, darlo a todo gas con con plato grande y piñones pequeños, dandole caña. El segundo tramo, que es el de la subida, cambiar el desarrollo a plato pequeño e ir cambiando de piñones conforme se iba haciendo más dura la subida. Y el tercer y último tramo, que era una bajada y después unos kilómetros planos, hacerlo recuperando de la subida y dandole candela para de nuevo volver a hacer el circuito.

La verdad es que acabé un poquito fatigado. Tanto que vomité encima de la bicicleta. Tenía arcadas y me faltaba un poco el aire (como cuando salí del agua). Me limité a beber durante todo el sector de ciclismo y a tomarme un gel, a ver si mejoraba un poco mis sensaciones.

Sector ciclismo

53:43

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Cuando llegué a la T2, por fin me despedía de la jodida subida. Pero lo que no sabía es que aquí también me encontraría alguna que otra. Salí disparado de la transición, corriendo los primeros kilómetros a 4:10-4:20, sabía que quedaban kilómetros por delante, y que la carrera a pie no la había entrenado desde hace meses, por lo que decidí tirar a lo que el cuerpo diese y me pidiese. Me uní a un grupito de triatletas donde ibamos corriendo a 4:50 aproximadamente. Me ayudó para seguir un ritmo constante, pero empezaron a darle más leña y me quedé atrás. Correr solo es lo peor cuando uno va cansado, empiezas a autoexcusarte y bajar el ritmo sin notarlo, tanto que llegué a 5:40-5:50 hasta la meta. Me habría gustado estar más listo y aguantar a ese grupillo, donde habría llegado unos minutos antes a meta, a pesar de que el desastre ya estaba hecho.


Sector carrera a pie

26:09

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En general, el resultado es muy malo. Pero que se le va a pedir a un cuerpo que ha engordado 5 kilos en dos meses, y que apenas se ha movido. No queda más que asumir este fracaso y ponerse a entrenar al 100% para la próxima, que será el 13 de Septiembre en San Roque.

Tiempo oficial

1:37:01

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